Las relaciones diplomáticas entre Japón y El Salvador fueron establecidas el 15 de febrero de 1935. Entonces, el Sr. Yoshitaka Hori, el Ministro de la Embajada del Japón en Mexico, presentó su Carta de Credencial al Presidente Maximiliano Hernández Martínez. Tras la Segunda Guerra Mundial, ambos países retomaron su cordial vínculo. Así, en 1953, El Salvador fue uno de los primeros países de Occidente en abrir su mercado a productos japoneses, con la importación de sus automóviles. De igual forma, en 1955, y gracias a la producción y exportación salvadoreña de algodón, Japón invirtió por vez primera en un país latinoamericano mediante la instalación de una importante empresa textil.
Posteriormente, los salvadoreños tuvieron la oportunidad de conocer la Asistencia Oficial para el Desarrollo de Japón, ODA. Así, en 1968, El Salvador fue el primer país favorecido en Latinoamérica con el Programa de Voluntarios Japoneses para la Cooperación en el Extranjero (JOCV, por sus siglas en inglés), que ha apoyado el desarrollo socioeconómico del país.
Es oportuno reconocer el espíritu de cooperación expuesto a lo largo de los años de relación entre las naciones. En especial, por el apoyo que Japón ha otorgado al pueblo salvadoreño en sus esfuerzos por defender la agenda derivada de los Acuerdos de Paz. El gobierno japonés impulsó la reconstrucción de la red vial y el desarrollo de infraestructura que ha permitido aumentar los niveles de crecimiento económico y social.
Su apoyo en la construcción del Aeropuerto Internacional de El Salvador resulta invaluable, pues con él se sentaron nuevas bases para la atracción de inversiones extranjeras. El gobierno japonés ha otorgado el financiamiento para la edificación de El Puerto La Unión, en función del desarrollo social y económico de la zona oriental del país, ya que, en un futuro cercano, El Puerto La Unión será uno de los centros de distribución de carga de la región, y se transformará en un componente estratégico del comercio internacional, con los beneficios que de ello se originen.
Asimismo, la amistad que une ambos países se consolidó profundamente durante las crisis de los desastres naturales, como El Huracán Mitch, en noviembre de 1998, y los terremotos del año 2001. La voluntad japonesa ofreció una muestra más de dicho compromiso, pues por primera vez en la historia, en 2005, los salvadoreños recibieron la visita de la realeza de Japón. Sus Altezas Príncipe y Princesa Hitachi apoyaron al pueblo salvadoreño durante la crisis provocada por la erupción del volcán Ilamatepec y la tormenta tropical Stan. Ante la situación, el gobierno japonés ofreció un donativo a los damnificados por la emergencia. Japón se ha convertido, mediante su cooperación, en un amigo constante y solidario en los momentos más difíciles vividos en el país.
El vínculo entre ambas naciones también ha generado mayor bienestar en los ámbitos de medio ambiente, educación y cultura. El Salvador hoy cuenta con intercambios culturales y el desarrollo de una serie de proyectos innovadores que pretenden favorecer a salvadoreños de todas las edades. Pruebas de ello son la puesta en práctica del Proyecto Sakura-Maquilishuat, para generar conciencia ambiental; y los diversos eventos culturales que la Embajada de Japón ha organizado, junto a CONCULTURA, para compartir con la población algunas de las más importantes tradiciones de la legendaria cultura japonesa.
Es innegable que estamos inmersos en un mundo dinámico que diariamente se enfrenta a nuevos retos; por ello, este es un momento importante para que ambas naciones estrechen aún más los lazos de cooperación y, en esencia, de la amistad que les une. Sobre esas bases se ha fundado la relación que ya ha producido tantos resultados alentadores. Japón y El Salvador poseen muchas características en común, pero entre ellas destaca el deseo compartido por promover el desarrollo integral de sus sociedades. Hoy, nuestros países cuentan con el privilegio de continuar los esfuerzos por promover la paz, la justicia, la democracia, la seguridad humana, la libertad económica y el respeto a la diversidad cultural. (Mensaje de la Honorable Embajada de Japón en El Salvador)
“El Salvador es un país especial para Japón”
Así se tituló la nota publicada por El Diario de Hoy el 22 de febrero del 2005, cuando el gobierno japonés celebraba el septuagésimo aniversario de las relaciones de amistad y diplomacia entre ambas naciones. (ver nota)